El último huracán que pasó por Miami (Irma) coincidió con mis últimas semanas de embarazo de Gabriel. Tenía exactamente 35 semanas y las mujeres que tenían mas de 37 las mandaron todas a pasar el huracán en el hospital. Ademas de ser una medida de seguridad, escuché que cuando esta pasando un huracán baja bastante la presión atmosférica y eso puede acelerar el parto.
Yo y mi esposo fuimos a pasarlo en casa de mi mamá y mi hermana, pues el apartamento donde vivíamos (en un piso 18), se encontraba en zona de evacuación. También mi hermano, que estaba de visita y se regresaba a Santo Domingo en esos días, le cancelaron el vuelo y tuvo que quedarse con nosotros.
Lo más impresionante fue como la mayoría de las personas que conocemos tomaron sus vehículos y empezaron a manejar norte, algunos llegaron hasta DC, una locura! Al parecer el caos y las víctimas que dejó el huracán Katrina fue tan grande que la gente quedó traumatizada y tenían miedo de volver a pasar por lo mismo. Era casi como una carrera de supervivencia.
Mientras pasaba el huracán y para entretenernos, ya que nos quedamos sin electricidad, mi hermana decidió hacerle una sesión de fotos a mi barriga. Hoy precisamente ella se topó con esas fotos en su laptop y me las mandó. Debajo una de esas fotos. Me causó ternura pues precisamente estaba en ese mismo lugar con Gabriel viendo hacia fuera. Casi un año después.
Como dijo y creía Albert Einstein “el tiempo es una ilusión”.